LA SUBSTANCIA DE LOS SUEÑOS

Lo importante no son los sueños sino las substancias que lo fabrican. Lo esencial se diluye entre apariencias y anécdotas, mientras la belleza, se vende en cremas y anuncios. Arte y decoración. Pero existen muchos mundos. Cohabitan, se soportan se confunden y se fulminan.

Manuel Moreno se entremete en esa dialéctica básica, en ese funcionamiento del mundo, o al menos, en sus imágenes, en sus formas, en sus apariencias. En la identidad que conoce o intuye de las cosas, en las emociones que provocan, en la poesía que encierran y en su perversidad. Los Artistas dicen muchas cosas, pero también dicen siempre lo mismo. Hay un referente que se repite de mil maneras, de mil colores y bajo todo tipo de luces y sombras, incluso sin ellas. Manuel Moreno es un descubridor, que nos revela la dimensión hermosa y sensual de una herramienta rústica, o que asemeja sus creaciones a formas y aspectos propios de un tiempo que la revolución tecnológica ha convertido en arqueología. Nos descubre la trama interna que configura a la materia y a su objetualización. Manuel Moreno se ha dejado seducir por la belleza primitiva que alberga la tierra y la huellas que el tiempo deja en ella. Una pátina, una especie de óxido envuelve sus obras y las remonta en el tiempo.

Las obras de Manuel Moreno son un refinado entramado de materia, texturas, contrastes y planos que se superponen hasta sobrepasar las dos dimensiones de un cuadro. Materiales diversos, como cuerdas que agarran, estiran y recorren las obras, trazando una arquitectura y elevando a efecto plástico los soportes constructivos de las composiciones. Hay rotos, superficies desgarradas como harapos y hay también empaquetados; visiones que inspiran múltiples asociaciones de

la capacidad imaginativa. Líneas blancas que remarcan y reordenan el asunto central de las cosas.

Una estética preindustrial, rústica y artesanal, va dejando paso, en las últimas obras, a series, en la que los blancos se imponen, aclara la paleta y utiliza una gama cromática mas amplia. La figura humana reaparece como mero valor formal, a veces como valor simbólico o sensual. Las tendencias de vanguardia en la obra de Manuel Moreno son un territorio de ida y vuelta. Algo a utilizar sin detenerse en su cultivo exclusivo. Agotado el repertorio espontáneo, en los dos últimos años hay mas investigación y estudio, también mas oficio y diálogo entre la paleta y el Artista. Pero hay sobre todo una entrega absoluta al placer y el desgarro de crear, de rescatar mundos y mostrar de ellos su materia, las substancia con la que están fabricados nuestros sueños.

JOAQUIN ABENZA

Historiador del Arte